-Lo primero a considerar es el papel. Si se quiere unas carpetas para presentar presupuestos o informes con una cierta presencia y calidad elegiremos un papel estucado brillo o mate con un gramaje de 300 grs. Si lo que se quiere son unas carpetas de uso interno para informes o expedientes valdrá con 200 grs o 170 grs.
-En segundo lugar el tamaño. Es importante tener en consideración el tamaño del papel que se va a incluir y el numero de hojas. Si el papel es un A-4 (29,7 cm. x 21 cm.) y el numero de hojas ronda las 10, bastará con darle medio centímetro más por cada lado, es decir la carpeta abierta deberá de medir por ejemplo 30,7 x 43 cm. Si por el contrario el numero de hojas es abundante, interesa crear un lomo a la carpeta, de tantos milímetros más un pequeño margen de lo que pueda abultar el taco de hojas.
-El tipo de carpeta. Existen varios tipos, El normal o simple, que lo único que tiene es la doblez, es el más económico y sencillo. Con troquelado de medias lunas, que sirve para grapar la documentación a la carpeta y que se pueda abrir la portada, trabajando las medias lunas como si fuesen unas visagras. Y las carpetas troqueladas con solapas. En este caso es mejor utilizar una carpeta ya realizada por la imprenta, ya que nos ahorraremos el troquel.
-El acabado. Conviene en las carpetas un acabado de barniz o plastificado así evitaremos que la tinta manche con el roce de la mano y el sudor.
